Hoy deseo hablar sobre el Neonato y sus cuidados durante los primeros días de nacido. Es de suma importancia llevar a los cachorros recién nacidos al Médico Veterinario para que él evalúe su estado de salud, malformaciones congénitas que puedan haber y lo más importante que le indique los cuidados específicos los cuales debemos brindarle a los cachorros.
El neonato es un periodo comprendido desde el nacimiento hasta los 10 primeros días.
El recién nacido (sea este un perrito o un gatito) dependerá por completo de su madre; ella, además de alimentarlo, le brindará calor, estímulos para orinar y defecar, protección y cuidado, también le ayudará en su proceso de socialización entre la misma especie e interespecie.
Cuando ocurre el parto de forma natural (per vaginum) debemos estar atentos a que la madre brinde los siguientes cuidados:
- Lamido de las membranas fetales con el fin de romperlas para que el cachorro salga de ellas. Con ello el cachorro empezará a tratar de respirar, la madre seguirá enérgicamente lamiendo con el propósito de secarlo y estimular su respiración. Si esto no sucede, debemos de intervenir de inmediato, rompiendo la placenta para liberar al cachorro de la misma, secarlo y a la vez estimular su respiración (al secar el cachorro, frotamos un costado luego lo volteamos y secamos el otro costado; este procedimiento se repite las veces que sea necesario hasta que el cachorro empiece a llorar y se encuentre seco y calientito), es importante tomar una pera succionadora y colocarla en los orificios nasales del perrito y succionar gentilmente cada una dos o tres veces para eliminar cualquier fluido que se encuentre en la cavidad nasal.
- Lamido y arropamiento del cachorro para mantener su temperatura corporal. Los cachorros al nacer no tienen la capacidad de mantener su temperatura corporal, es por ello que la madre los acurruca a su lado para brindarles calor; si la camada es numerosa o el ambiente es frío, se recomienda utilizar una fuente de calor externa para ayudar a que los cachorros no pierdan temperatura (se puede emplear una lámpara o una cobija térmica); es importante controlar esta fuente externa de calor que no supere a los 38.5°C ya que podríamos deshidratar o quemar a los cachorros.
- Mordido del cordón umbilical y constantes lamidos al ombligo del cachorro. Si la perra no corta el cordón umbilical podemos asistirla, debemos cortar el cordón, dejando dos dedos de ancho desde el ombligo hacia la placenta, éste se debe amarrar antes de cortarlo, con un hilo de seda si es posible, se anuda lo más cercano al ombligo (muñón umbilical) y dejamos dos dedos de ancho con el fin de dejar espacio entre el ombligo y la placenta, luego cortamos con una tijera (previamente desinfectada y esterilizada por medio de calor) y posteriormente le ponemos con un aplicador, yodo al 2% durante 5 segundos.
Los ombligos, por ningún motivo deben sangrar, para ello antes de cortar se debe anudar; si ésto ocurre es urgente llamar al Médico Veterinario. Hay perras que son muy obsesivas y se la pasan lamiendo constantemente el ombligo de los cachorros, al punto que pueden provocar la ruptura del mismo acompañada de una eviceración del perrito; en estos casos urge también acudir con nuestro veterinario. - Estimulación del neonato a mamar, la madre incitará por medio de caricias al neonato a que mame; si los perritos se esparcen y no encuentran el pezón de la mamá, debemos tomarlos y colocar su boca encima del pezón, presionar la mama con nuestros dedos masajeándola para que fluya leche que empape la boca del recién nacido (también podemos con suma gentileza, abrir la boca del cachorro e introducirla dentro del pezón del cual hemos extraído un poco de leche).
Normalmente, el ritmo de alimentación de un cachorro es de cada 2 a 3 horas durante todo el día. Si la madre no produce leche o padece de algún trastorno que le impida amantar a sus cachorros, debe ser el Médico Veterinario que le indique qué sustituto lácteo puede emplear y la frecuencia en el uso del mismo. Para verificar el crecimiento y amamantamiento de los cachorros, éstos deben aumentar en promedio su peso vivo entre un 5 a 10% por día (es importante realizar un registro individual de la ganancia diaria de peso por cachorro). - Acicalamiento de los perritos e ingesta de las heces del cachorro, esta es una actividad constante que realiza la madre; cada vez que ella pasa su lengua por los genitales del cachorro y el ombligo, estimula a que éste orine y defeque.
La orina siempre es transparente y las primeras deposiciones (mecomio) son amarillentas y fétidas. Con forme el cachorro se alimenta, aumenta su metabolismo y con ello su temperatura corporal, los cachorros deben mantenerse con su abdomen ligeramente abultado (al comer su abdomen crece un tanto con respecto al abdomen que tenían al nacer); este abdomen es suave y uniforme, si por el contrario el abdomen se torna tenso y abultado, ésto podría ser un indicativo de que el cachorro no esté defecando, ya sea por que la madre no lo está estimulando o porque exista una disfuncionalidad; para lo cual debemos acudir al Médico Veterinario.
Si al momento del parto, la madre rechaza a algún cachorro, se recomienda friccionar a éste con fluidos placentarios de manera que sirva para reconocerlo como propio (cuando hay perros huérfanos y se consigue una madre sustituta recién parida, se realiza el mismo procedimiento).
Si la madre ataca a algún cachorro debemos tranquilizarla, revisar el ambiente externo para que no exista ningún estímulo negativo que ponga nerviosa a la madre; si la situación persiste, consulte con su Veterinario y debe realizar una supervisión de este cachorro para que la madre no lo vaya a agredir o morder; inclusive se aconseja colocarle un bozal a la madre siempre y cuando ésto no la perturbe más.
Es recomendable por el bienestar del cachorro separarlo y darle cuidados individualizados, hasta que el Médico Veterinario evalúe la situación y nos dé la orientación pertinente.
Durante los primeros diez días de nacido, el neonato solamente gateará, será muy móvil, sus ojos permanecerán cerrados; y lo abrirá hasta después de la segunda semana de nacido. No debe haber ninguna descarga nasal ni ocular.
Es importante que los perritos no salgan de la paridera para que no pierdan calor. Es necesario limpiar diariamente la paridera (utilizar como cama tiras de papel periódico), se recomienda que los perritos tomen 10 minutos de sol (del inicio del día, ya que no es tan intenso), a través de una ventana para no someterlo a cambios bruscos de temperatura.
PUNTOS CLAVES:
- Chequeo por parte del Médico Veterinario a la perra antes del parto para estimar factores de riesgo a la hora del mismo.
- Supervisar el parto para verificar si debemos o no asistir a la perra si el parto se complica acudir inmediatamente con el Veterinario.
- Verificar que los perritos estén respirando y que no tengan líquido en sus pulmones.
- Procurar que los neonatos puedan mamar, estén secos y calientitos.
- Curar el ombligo de cada perrito.
- Acudir al Médico Veterinario después del parto para que revise a la perra y sus cachorros.
- Llevar un registro de la ganancia de peso diario de cada perrito.
- Revisar todos los días a cada perrito para constatar su estado de salud y su desarrollo así como dejarlos que tomen 10 minutos de sol matutino que es más fesco.
- Cumplir con los programas de desparacitación y vacunación que el Médico Veterinario le indique.